Cerca de 500 personas reclaman ayudas a la hostelería en Erandio
La manifestación recorre Astrabudua y Altzaga protestando porque las instituciones les piden «cosas imposibles para otras empresas»
txema izagirre
Viernes, 5 de febrero 2021, 18:49
Los hosteleros de Erandio se han echado a la calle esta tarde para que se visibilice su penosa situación a causa de la pandemia. Unas 500 personas, según los organizadores, han salido pasadas las cinco de la tarde de la plaza de Josu Murueta, en Astrabudua, para acabar la marcha reivindicativa en Altzaga. Este municipio ha vuelto a entrar en zona roja, como casi todos los de la comarca y muchos de Bizkaia, por lo que han tenido que volver a cerrar sus puertas con las pérdidas económicas que eso acarrea, pues las ayudas concedidas hasta ahora «han sido insuficientes». Aparte de la carga económica, hosteleros y empleados sufren un impacto emocional al no saber cuándo podrán abrir y las condiciones en que lo harán.
Este último cierre de locales a causa de la pandemia ha supuesto otro duro golpe para el sector. «Nos piden cosas imposibles para otras empresas. El trato que recibimos no es justo», se quejan, porque han tenido que clausurar sus negocios otra vez por obligación sin saber cuándo los volverán a poner en marcha. Por eso reivindican indemnizaciones, en lugar de ayudas económicas que «han sido insuficientes y encima, han llegado tarde y mal».
Basta echar una cuenta sencilla, según sugieren. Las ayudas han sido «de 4.000 euros, en los mejores casos, por todo ese tiempo que cerraron los locales durante la pandemia». Una cantidad que a muchos les vale para afrontar únicamente los gastos de un mes de alquiler del local y para el pago del recibido de electricidad. «El colchón de dinero ya se ha acabado con tanto cierre», claman. Y recuerdan que aún siguen sin abrir sus puertas quienes tienen locales dedicados al ocio nocturno, como discotecas y pubs. «Están totalmente desesperados», se quejan.
«Somos conscientes de lo que sucede. Entendemos la situación y sabemos el alcance de este problema sanitario, pero la hostelería es compatible con esta situación generada por el coronavirus. Y si nos obligan a cerrar, que nos ayuden de verdad», como indica Óscar Manzano, del bar Sagarrondo. En su caso, toda su familia depende del negocio de hostelería que tienen en el barrio de Bekoa. Y como a otros muchos, hay que afrontar pagos de hipotecas, trabajadores y demás gastos añadidos para la manutención de la familia.
Como el resto, Manzano está convencido de que «la hostelería cumple con los requisitos de limpieza e higiene que se exigen» y piensa que «puede ser compatible volver a abrir porque los bares no son focos de contagio. Solo exigimos que nos traten dignamente porque también somos ciudadanos», apunta.
La hostelería erandiotarra vive una situación muy complicada por el impacto de la Covid-19 y hay muchos que vaticinan el cierre de negocios porque no podrán afrontar la sangría. Los límites horarios, los aforos impuestos, la imposibilidad de dar cenas en los restaurantes o situaciones como la actual por estar en zona roja, en que los establecimientos como mucho pueden vender pinchos y cafés, en la mayoría de los casos, no les dan para llevar adelante sus negocios.
Y todas las condiciones impuestas por la pandemia a la hostelería les crean «inseguridad, porque no sabemos cuándo vamos a abrir. Psicológicamente, el covid está pasando factura a todos, pero en nuestro caso es una carga emocional añadida porque no sabes el futuro que te viene», concluyen.
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